Se trata siempre de la misma planta de té (Camellia sinensis) pero sin proceso de fermentación. Esto le permite conservar un gran contenido de
catequinas, potentes antioxidantes que inhiben los efectos de las radiaciones, los radicales libres, la degeneración neuronal (alzhéimer) y sobre todo, el desarrollo de los tumores. Es estimulante, broncodilatador, vasodilatador coronario y relajante de la musculatura lisa. Disminuye el nivel de colesterol y evita que las plaquetas formen coágulos. Acelera la circulación sanguínea y es afrodisíaco. El tanino que contiene lo hace astringente y bactericida.
Uso: Infusión (5') con agua sin hervir (85/90°).
El tiempo excesivo de infusión, el recalentado y la adición de azúcar y leche lo hacen acidificante y fermentativo.